19 oct 2006

Una que otra historia

Que tremenda pachanga nos dimos en la fiesta del trabajo y aunque no sé ni agarrar un taco, ahí mi buen maestro Alex algo me enseñó... Por ahí y dijo que asi como que tan mala, tan mala no soy! jajajaj
Y es que los hombres de mi familia son buenos jugando bola negra y esas cosas, peeeeeeerooo por más que les he pedido que me enseñen no les hacen!
En fin... y con en toda buena fiesta del trabajo, nunca puede faltar el karoke y el bailongo.., es imperdonable, una fiesta sin baile no es fiesta, es más..creo que la gente va a estas celebraciones con la mentalidad de pegarse sus buenas bailadas!
Bueno y no lo niego, yo soy una de esas y tal vez hasta la primera! Y por supuesto que ya a media tarde se abre la pista de baile y a picar con los diferentes pasos que vayan saliendo entre las parejas.
Y aparte del baile...no puede faltar la comida y los frequitos:
-
-
Saludos a todas y todos y para que vean, esto es un poquito de una fiesta en
C.R.

6 oct 2006

"En los zapatos del otro"


Bill Andrews era un tipo grande, torpe y poco atractivo.
Se vestía extrañamente con ropa que no le quedaba bien. Había varios tipos que pensaban que era divertido burlarse de él. Un día uno de ellos notó un pequeña rotura en su camisa y le dio un jaloncito. Otro obrero en la fábrica agregó su poquito y en poco tiempo había una exhibición de jirones. Bill siguió con su trabajo y al pasar demasiado cerca a una banda transportadora, uno de los jirones de su camisa fue atrapado por lamaquinaria. En fracciones de Segundo, la manga y Bill estaban en problemas. Las alarmas sonaron, los interruptores fueron accionados y se evitó el problema. El capataz, sin embargo, al tanto de lo que había pasado, convocó a loshombres y relató esta historia:"En mis días mozos, trabajé en una pequeña fábrica. Allí fue donde primero conocí a Mike Havoc. Era grande e ingenioso, siempre haciendo chistes y travesuras. Mike era un líder. Entonces también había un Pete Lumas. Él siempre le seguía la corriente a Mike. Era un seguidor. Y también estaba un hombre llamado... Jake.Él era un poco más Viejo que el resto de nosotros --callado, inofensivo y apartado. Siempre almorzaba solo. Siempre vistió los mismos pantalones parchados por tres años seguidos. Nunca se unía a los juegos delmediodía:luchas, herraduras, y cosas similares.Se veía indiferente, más bien siempre sentado bajo un árbol en silencio.Jake era el blanco natural para chistes prácticos. Solía encontrar una ranaviva en su porta-vianda o a un roedor muerto en su sombrero. Pero siempre lo tomaba con buen humor. Entonces, un otoño, cuando las cosas estaban lentas, Mike tomó unos días libres para ir de caza. Pete se le unió, por supuesto. Y nos prometieron a todos que si cazaban algo, nos traerían a cada uno una parte. Así que todos nos entusiasmamos cuando oimos que habían regresado y que Mike había cazado un venado grande. Oimos más que eso. Pete nunca podía reservarse nada, y nos dejó saber que tenían una gran broma preparada para Jake. Mike había cortado al bicho y había hecho un paquete agradable para cada uno de nosotros. Y, para divertirnos, había guardado las orejas, la cola y las pezuñas -sería tan divertido cuando Jake las abriese.
Mike distribuyó sus paquetes durante el almuerzo. Cada uno de nosotros recibió una buena pieza, la abrimos y se lo agradecimos. El paquete más grande lo guardó para el final. Era para Jake. Pete estaba a punto de estallar y Mike se veía muy satisfecho. Comosiempre, Jake estaba sentado solo; estaba en el extreme más lejano de lagran mesa.Mike empujó el paquete donde él pudiese alcanzarlo; y todos nos sentamos a esperar. Jake nunca decía mucho. Uno pudiera nunca darse cuenta de que él estaba presente por "su mucho hablar". En tres años nunca habría pronunciado cien palabras. Así que nos asombramos con lo que pasó a continuación.

Él tomó el paquete con firmeza y se puso lentamente de pie. Le sonrió ampliamente a Mike --y fue entonces que nos dimos cuenta de que sus ojos relucían. Su manzana de Adán tembló de arriba a abajo por un momento hasta que recobró el control de sí mismo.
"Sabía que no me olvidarían", dijo agradecido; "¡sabía que lo harían! Ustedes son grandes y juguetones, pero sabía que tenían un buencorazón". Tragó nuevamente y entonces se dirigió al resto de nosotros." Sé que no he sido muy amistoso con ustedes, pero nunca quise ser rudo.Verán, tengo nueve chicos en casa --y una esposa que ha estadoinválida-- en cama por los últimos cuatro años. Nunca se va a mejorar. Y algunasveces, cuando se siente realmente mal, tengo que estar a su lado toda la noche para cuidarla. Y la mayor parte de mi salario tengo que gastarlo enmédicos y medicamentos. Los muchachos hacen lo que pueden para ayudar, pero a veces ha sido difícil poner alimento en sus bocas". "Quizás piensen que es tonto de mi parte el que coma solo. Bueno, reconozco que me he avergonzado un poco de mí mismo porque no siempre tengo algo en mi emparedado. O, como hoy -tal vez solo hay un nabo crudo en mi porta-vianda. Pero quiero que sepan que esta carne realmente significa mucho para mí. Quizás más que a nadie aquí porque esta noche mis muchachos", se secó la humedad de sus ojos con el dorso de su mano,"...esta noche mis muchachos van a tener una buena..."
Tensó la cuerda del paquete. Habíamos estado observando a Jake con tanta atención que no le habíamos prestado mucha a Mike y Pete.
Pero todos los observamos ahora, porque ambos se lanzaron al mismo tiempo a agarrar el paquete. Pero llegaron muy tarde.
Jake había roto el envoltorio y ya estaba revisando su regalo. Examinó cada pezuña, cada oreja, y entonces levantó la cola que secolgabablanda.
Debía haber sido tan divertido, pero nadie se rió --ninguno en absoluto.
Pero la parte más difícil fue cuando Jake levantó la mirada eintentó sonreír."Aquí fue donde el capataz dejó la historia y a sus hombres.
No tuvo quedecir nada más; pero fue gratificante observar que mientras cada hombre comió su almuerzo ese día, compartió con Bill Andrews y uno de ellos aunleofreció su camisa.

Muchas veces no entendemos porque tal persona es callada, no rie, parece raro o como que no encaja en el grupo, y la verdad es que desconocemos mucho de esa persona, cuando nos acercamos y nos enteramos que viven osufren y nos ponemos en sus zapatos, entenderemos su corazòn. No losignoremos, acerquemosnos hoy a ellos y quizàs nos sorprendamos.

2 oct 2006

Miedo


Muchas veces tenemos miedo...
Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer.
Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos.
Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas.
Decimos que no, cuando queremos decir que sí.
Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con fuerza cuando deberíamos cerrar la boca.
¿Por qué?
Después de todo sólo vivimos una vez.
No hay tiempo de tener miedo.
Entonces basta.
Haz algo que nunca hiciste. Atrévete.
Olvídate que te están mirando.
Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo.
No te preocupes por ser aceptado.
No te conformes con ser uno más.
Nadie te ata. Nadie te obliga. Sé tú mismo.
No tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar.

Muchas veces creemos en el destino.
Rezamos, esperamos que las cosas pasen y nos olvidamos de lo más importante.
¡Creer en nosotros mismos!
Nos conformamos en vez de arriesgarnos.
Sin pensar que cada día que pasa nunca volverá.
Nada está hecho.
Todo depende de nuestra voluntad.

De esa fuerza que nos sale de adentro.
De decir "sí puedo" a cada desafío.

Tenemos el poder. Cuando estamos decididos.
Cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo.
No hay obstáculo capaz de imponerse.
Si queremos podemos llegar alto, hacer lo que sea.
Sólo hay que proponérselo.

Si sueñas con ser el mejor del mundo...
Si sueñas con los aplausos...
Si sueñas con ganar campeonatos...
Despiértate!!

Dentro de ti hay 206 huesos y más de 700 músculos esperando.
Sólo falta tu decisión. Tus ganas de jugar como nunca.
Enfréntate a tu destino.
No seas sólo un espectador.
Pide la pelota y créete su dueño.
Exígete más y más.

Vive...
Corre cada día un poco más lejos.
Salta cada día un poco más alto.
Súmate a dar vuelta el marcador.
Cuando no esperes nada de los demás.

Cuando sientas que cada tanto depende de ti, se fortalecerá tu espíritu.
Y poco a poco, las voces se convertirán en ovación.
Tus respiros se llenarán de logros, y tu vida de sentido.

Están los que usan siempre la misma ropa.
Están los que llevan amuletos, los que hacen promesas, los que imploran mirando al cielo.
Los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo cuando le tiemblan las piernas.
Los que siguen jugando cuando se les acaba el aire.
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuera la última.
Convencidos que la vida misma es un desafío.
Sufren pero no se quejan.
Porque saben que el dolor pasa. El sudor se seca. El cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá, la satisfacción de haberlo logrado.

En nuestros cuerpos corre la misma sangre.
Lo que nos hace diferentes es nuestro "espíritu".
La determinación de alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega superando a los demás.
Sino superándose a uno mismo.

Y recuerda que esa fortaleza de espíritu sólo viene de Dios. Él es quien nunca falla y el que nos fortalecerá para poder librar la buena batalla.

Charla entre la Razón y el Corazón

¿Y si en realidad el tiempo no lo pudiese todo?
Si no fuese tan cierto que las cosas con el pasar de los días se van olvidando... o las heridas no se van cerrando, ¿cuántas cosas cambiarían?
Sin embargo, un buen día, quizá el menos pensado, todo el castillo que creías tan sólido comienza a temblar, porque te encontrarás de nuevo cara a cara con el dolor, con ese sentimiento tan helado y tan dormido del que ya casi ni te acordabas, y que, muy a pesar de todo, sigue ahí, y comienza a despertarse con todas las fuerzas acumuladas por el tiempo en que estuvo inactivo y quiere salir, quiere gritar que está vivo y que va a dar pelea, y es ahí cuando tu corazón se rebela, y quiere demostrar lo que en realidad siente, eso que tu cabeza le hizo guardar.
Y es ahí cuando comienza una terrible guerra entre la RAZÓN y el SENTIMIENTO, y quién sabe qué es lo que realmente vale más, porque la RAZÓN piensa: "¡Otra vez no! ¿O acaso no te acuerdas el tiempo que te costó volver a ponerte en pie? ¿O no te acuerdas de esas noches sin dormir, de esos desvelos y angustias, de tus días vacíos, de tus noches sin estrellas? ¿Quieres realmente volver a vivir todo eso, o ahora que ya estás de pie... no sería mejor que anduvieras por otros caminos?
Porque, sinceramente, amores no te faltan, tienes la capacidad de enamorar a quien quieras, y te vas a hacer problema por un hombre/una mujer que, en realidad, no sabes si te quiere, no sabes si te engaña... ¡Piensa!, ¡no te equivoques!
Una vez creíste tocar el cielo con las manos y en un instante descendiste al más profundo de los infiernos. ¿Crees que vale la pena? Haz lo que te digo, no existen los amores eternos, y seguramente todo eso lo único que te va a hacer es ilusionarte y volverte a lastimar." Y se hace un silencio eterno... El CORAZÓN, aturdido por las palabras de la RAZÓN, se queda sin aliento, pero después de un rato de pensar, donde la RAZÓN ya creía tener ganada la partida, el CORAZÓN replica: "No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero sí sé que no son tampoco del todo equivocadas. No es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar que hacer las cosas impulsivamente... Porque los que piensan son aquellos que nunca se arriesgan, y pobre de aquel que no esté dispuesto una vez en su vida a perderlo todo por la persona que quiere; pobre de aquel que no está dispuesto a olvidar, porque nunca será perdonado; pobre de aquel que es tan ciego y vacío, que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por lo que siente...
Pobre de quien teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de quitarse la careta y sentir... Porque el amor no sólo es alegría, no sólo es paz y ternura.
El amor es también dolor y lágrimas, es angustia y desvelo, es muchas cosas, pero bueno... la verdad es que no sé qué pesa más, si la RAZÓN o el SENTIMIENTO...
Lo que si sé es que si uno no siente se transforma simplemente en una roca, una cosa que no es capaz de demostrar cariño y confianza: un cuerpo sin alma. Por eso creo que uno debe jugarse por lo que siente...
Le puede salir bien o mal, puede equivocarse o vivir el resto de su vida con la persona que se quiere...
Lo que sí es cierto es que jamás se perdonaría a quien, por rencor o desconsuelo, no sea capaz de tomar a la persona que quiere y gritarle a todo el mundo que por ella/el cambiaría muchas cosas...
Y, por último, otra cosa que tengo bien clara, es que el que se enamora soy yo, y el amor se siente con el CORAZÓN, no con la CABEZA."
Se hizo el silencio... y, sin mediar palabra, el CORAZÓN decidió tomar el camino correcto... y fue tras el Amor.